2018 está siendo un año particularmente retador para los mexicanos, muy llamativo para los interesados en nuestro país, tanto dentro como fuera del mismo, y desde luego de grandes oportunidades para los emprendedores.
Además de las elecciones de presidente de la república, senadores y diputados a nivel federal, llevaremos a cabo los procesos electorales conducentes a la renovación de gobernadores en ocho estados del país, incluida la Ciudad de México.
Esto se da en un contexto en el que se espera la consolidación de las reformas impulsadas por el actual gobierno, fundamentalmente la energética, de presiones por parte del gobierno de Estados Unidos relacionadas con las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y de proyectos en marcha de gran envergadura, como el nuevo aeropuerto internacional de la capital del país y el tren interurbano México-Toluca.
No obstante la incertidumbre previsible para un año complejo, la economía mexicana se mantendrá con el dinamismo y la robustez necesarios para garantizar un crecimiento de alrededor de dos puntos y un ambiente de negocios favorable para empresas e inversionistas en todos los giros e industrias.
De cara a nuestro vecino del norte, las elecciones en México se darán en el contexto de las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la normalización de la tasa de referencia en Estados Unidos y su reforma fiscal. Esto definirá en buena medida el camino de la economía mexicana, aunque por lo atractivo de México en cuanto a oportunidades se refiere, se estima que la inversión extranjera directa en nuestro país difícilmente se verá afectada.
Para 2018, ProMéxico continuará su tarea de apoyar las exportaciones mexicanas y atraer inversión extranjera directa para fortalecer las cadenas globales de valor, además de insertar a México en la industria y tecnología del futuro. La institución seguirá buscando la diversificación de mercados, una estrategia que ha calificado como “la más importante”, y gracias a la cual se logró el crecimiento de las exportaciones hacia Asia (143% entre enero-octubre 2007 y enero-octubre 2017), Oceanía (más de 50%) y África (85%), entre otros. Como referencia, cabe mencionar que entre los productos de exportación que México mantuvo como principales en 2017 se encuentran: (i) los automóviles, (ii) los aguacates, (iii) las cervezas y (iv) las fresas.
La cultura, el arte y las artesanías mexicanos se expanden por el mundo con gran aceptación, lo que se refleja en la creciente exportación de un sinnúmero de productos como tequila, mezcal, cerveza y alimentos gourmet, llegando incluso a captar la atención de empresarios extranjeros, como diseñadores deseosos de asimilar a sus propuestas el toque artesanal mexicano. Es indiscutible el valor de la cultura, el arte y la artesanía en el comercio internacional.
México es una de las naciones del mundo que más ventajas ofrece a la inversión extranjera. Con un mercado interno que supera los 125 millones de personas, es un país abierto a la inversión proveniente de otras latitudes que brinda a los inversionistas seguridad jurídica a través de sus leyes y tribunales, y de diversos acuerdos para la promoción y protección recíproca de las inversiones.
Es una democracia política y socialmente estable, cuyos costos de producción son sumamente competitivos, que cuenta con una mano de obra joven, orientada al trabajo y cada vez más calificada. Con su ubicación geográfica inmejorable, un tipo de cambio muy atractivo y total apertura a la economía global, México ha firmado diversos tratados de libre comercio y múltiples acuerdos comerciales, no solo en el continente americano sino también con la Unión Europea y con naciones del Medio Oriente y Asia.
Asimismo, ha celebrado convenios para evitar la doble tributación con varios países. Cada vez es más claro tanto para los gobernantes como para los empresarios mexicanos que los vacíos que dejan las economías cerradas o titubeantes ante la globalización son oportunidades para nosotros.
De ahí la proactividad que distingue a México en el contexto de los negocios internacionales. Así, por ejemplo, los trámites y procedimientos administrativos para el establecimiento y puesta en operación de nuevas sociedades son particularmente ágiles y eficientes en todos los estados de la República Mexicana. Otro ejemplo es la serie de apoyos, renovados y mejorados día con día, dirigidos a impulsar el intercambio de bienes y servicios con otras naciones.
Una proporción mayoritaria y creciente de la población de este país cree en los beneficios de la economía abierta y eso es algo que se nota mucho en casi todas las instancias de la sociedad. Finalmente, es indispensable recordar que detrás de cada actividad productiva, intercambio, empresa y entidad gubernamental hay seres humanos, personas con sueños, necesidades, propuestas, requerimientos y ganas de disfrutar de lo que ofrece un mundo cada día más accesible, cercano y lleno de oportunidades.
En este sentido. México siempre ofrecerá a quienes tengan contacto con su gente, dentro o fuera de sus fronteras, una fascinante riqueza cultural, artística, artesanal y culinaria, hospitalidad proverbial, la vitalidad vibrante, incansable de su gente, educación de primer nivel y servicios de clase internacional. Todo lo anterior representa un potencial único para crear un mundo de posibilidades ilimitadas para inversionistas nacionales y extranjeros.
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