Todos sabemos que el tejido empresarial de un país tiene la responsabilidad de generar riqueza y oportunidades, con el fin de contribuir al desarrollo de una sociedad equilibrada y justa. Tratándose de grupos humanos, las empresas requieren ser gobernadas para poder cumplir cabalmente con sus objetivos. Cuando eso se realiza con apego a las leyes, valores, principios y normas de las colectividades en las que operan, les llamamos: buenas prácticas de gobierno corporativo.
Estas prácticas hacen que las empresas se vuelvan más transparentes, revelando su verdadero impacto social. Al dar confiabilidad a las entidades productivas también incrementan la confianza de los inversionistas y la entrada de capital extranjero al país.
¿Qué es el gobierno corporativo?
Es el conjunto de principios y procedimientos que norman la creación, integración y funcionamiento de los órganos de gobierno, que son: la junta directiva, el consejo de administración y comités de apoyo, y la junta de accionistas. Además, estipula las reglas que deben regir los procesos de toma de decisiones.
Pero… mi empresa es pequeña y familiar, ¿cómo adoptar un gobierno corporativo?
Aunque tu empresa sea familiar o Pyme (de cualquier tamaño o estructura) debe guiarse por los principios de un gobierno corporativo.
En el mundo empresarial de hoy es indispensable contar con estructuras sólidas de control y gobierno, avaladas por una cultura de transparencia y accesibilidad de la información. Estos dos factores son claves para la competitividad y una clara oportunidad de ganar la confianza del mercado.
Las normas de gobierno corporativo tienen que ver con:
Una mejor toma de decisiones relacionadas con la dirección estratégica de la empresa y sus políticas corporativas, como: inversiones, fusiones y adquisiciones, nombramiento de ejecutivos y planes de sucesión.
El correcto desempeño de la dirección ejecutiva a través de mecanismos de control implantados a raìz del plan estratégico aprobado.
El establecimiento de políticas y procedimientos para garantizar que los directivos, empleados y terceros cumplan con el marco normativo.
Las relaciones, derechos y deberes del consejo de administración, junta directiva y accionistas.
A medida que las empresas evolucionan y se internacionalizan, sus operaciones se vuelven más complejas, se diversifican y aumentan los riesgos tanto en el ámbito legal como en el de la imagen pública. Por ello, la profesionalización de su gestión operativa y su gobierno corporativo es de vital importancia.
Además de atender los intereses de los accionistas, manteniendo un diálogo permanente y fomentando su participación en las decisiones de la empresa, un buen gobierno corporativo debe responder a las expectativas del resto de interlocutores de la empresa, como los clientes, proveedores y empleados.
En conclusión: un buen gobierno corporativo es indispensable para que tu empresa crezca de manera sostenida en el mediano y largo plazos, ya que fortalece la confianza de los inversionistas y socios, aumenta la posibilidad de acceso a créditos, atrae el talento y fortalece la imagen de la marca. Todo además representa una poderosa palanca para lograr una excelente reputación en tu ambiente de negocios.
Entremos al mundo de las empresas familiares:
De acuerdo con el INEGI, la mayoría de este tipo de empresas se encuentran en la clasificación de MiPymes. El último censo de 2012 arrojó que en México existen 5.1 millones de unidades económicas que emplean a 27 millones de personas. Cada año se incorporan otras 400,000, que en su mayoría son microempresas (de 5 a 10 empleados) y pequeñas empresas (hasta 50 empleados). De este universo, 80% están formadas bajo un modelo familiar.
Otros datos indican que este tipo de empresas producen más de la mitad del PIB de México, lo que les concede mayor importancia por su contribución a la economía.
Sin embargo, también es cierto que la tasa de fracaso de este tipo de empresas es alta. Entre los factores que contribuyen a su pronta desaparición están:
Falta de conocimiento de los dueños.
Problema en la alineación de los intereses de la familia.
Poca o nula planeación estratégica.
Falta de capital.
Un estudio de KPMG muestra que el 85% de las empresas familiares llega a buenos términos en la primera y segunda generación, mientras que sólo el 15% llegan hasta la tercera y cuarta; es evidente que la supervivencia disminuye con el cambio generacional, y una de las razones más poderosas es que la mayoría de estas empresas se conducen a través de decisiones unilaterales tomadas por los dueños/directores, y resulta muy común que no exista ningún tipo de gobierno corporativo.
John L. Ward, co-fundador de The Family Business Consulting Group y autor de varios libros acerca del tema, define las mejores prácticas para potenciar la expansión y la permanencia de una empresa familiar:
Garantizar visiones estratégicas y frescas.
Atraer y retener a directivos no familiares.
Crear una organización flexible e innovadora.
Crear y conservar capital.
Preparar sucesores para liderazgo.
En México es común encontrar que este tipo de organizaciones no cuenten con un consejo de administración, o que éste tenga un número excesivo de miembros, la mayoría de la misma familia. No tienen consejeros independientes, lo cual merma la transparencia y la objetividad.
Los accionistas o administradores suelen utilizar los activos de la empresa para beneficio personal y no acostumbran realizar auditorias externas e independientes, lo cual es de suma importancia para garantizar la imparcialidad y veracidad de los resultados.
Las empresas que siguen códigos de buen gobierno suelen llevar una administración más eficiente, aprovechar mejor los recursos y aplicar políticas laborales más justas, lo que redunda en mayor competitividad y mejor desempeño financiero.
Un factor clave para invertir
Tomando en cuenta lo dicho, concluimos que sin importar el tamaño de la empresa, ésta debe contar con un gobierno corporativo. Esto requiere de la implementación de políticas, normas y órganos internos que fijen los objetivos de la empresa, así como los medios para alcanzarlos, e identifiquen las necesidades de la misma y los caminos para satisfacerlas.
El gobierno corporativo es un mecanismo de control en el que intervienen diferentes personas y puestos (accionistas, miembros de junta directiva, gerentes) para permitir un sistema de pesos y contrapesos para la toma de decisiones, organización y control del negocio.
La estructura de la empresa deberá tener los siguientes órganos de gobierno para llevar a cabo las actividades de vigilancia y control: 1. Asamblea de accionistas, 2. Asamblea familiar, 3. Consejo de Administración, 4. Dirección General o junta directiva.
¿Qué beneficios traerá esto a mi empresa?
Ya hemos mencionado varios, pero un buen gobierno corporativo conlleva:
Transparencia financiera.
Protección al accionista minoritario.
Control sobre decisiones cuando medien conflictos de interés.
Incorporación de protocolos de sucesión familiar y de riesgos.
Guía de administración de la empresa y líneas adicionales.
Estabilidad para atraer inversiones.
Acceso a créditos.
¿Cómo puedo instaurar estos cambios?
La asesoría legal es tu aliado en este tema. Es importante que un buen despacho de abogados te asesore, ya que es indispensable hacer un análisis de tu empresa para poder crear e implementar las políticas de gobierno corporativo que ésta necesite, de acuerdo con su naturaleza y características.
Es fundamental adecuar y preparar a tu empresa para pasar al siguiente nivel: el de una empresa profesional e institucionalizada.
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